ARMANDO
REVERON
EL
PINTOR DE LA LUZ
El
18 de septiembre de 1954, hace 62 años, falleció el artista plástico venezolano
Armando Reverón, importante creador cuyo trabajo, inspirado en la belleza del
mar y el desnudo femenino, es reconocido y valorado en el país y Latinoamérica
al punto de ser considerado el mejor pintor del siglo XX.
Armando
Julio Reverón Travieso nació el 10 de mayo de 1889 en la ciudad de Caracas,
registrado su nacimiento en la prefectura de la Parroquia Santa Rosalía. Autor
de más de 100 obras, Reverón dio sus primeras pinceladas desde la niñez.
La
posibilidad de estudiar artes en el exterior tocó a sus puertas en el año 1910,
como un reconocimiento de la Academia Nacional de Bellas Artes que, ante la
presencia de su talento, le propuso al joven de 21 años trasladarse a la
Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Barcelona, España.
Allí,
Reverón perfeccionó diversas técnicas y se codeó con grandes creadores de la
época, entre ellos Vicente Borrás y Abella, quien le enseña a cómo manejar el
color; al tiempo que se acerca a las obras de Francisco de Goya y Lucientes,
del pintor griego Doménikos Theotokópoulos y Salvador Dalí. Entusiasta del impresionismo francés, su
pintura evolucionó a la abstracción y el simbolismo.
Una
vez culminado sus estudios en el exterior, regresó a su país y se instaló en el
estado Vargas, lugar donde vivió hasta sus últimos años, sirviendo como
profesor de pintura y artes.
En
su libro “Reverón: El genio humilde de aquel solazo”, editado por el Banco
Central de Venezuela (2000), su autor José Pulido señala que una vez que
regresa Reverón de Europa, el artista es considerado una eminencia por sus
grandes conocimientos del arte, la pintura y la literatura española.
La
característica que describe con mayor fuerza la obra pictórica del maestro
venezolano Armando Reverón, es su búsqueda incesante por trasladar al lienzo la
luz natural, esa que contemplaba cada mañana a orillas del río El Cojo, en
Macuto, estado Vargas, en la humilde casita que él mismo construyó y en la que
vivió cerca de 30 años, aislado de la gente y sus costumbres.
Sin
embargo, habiendo aprendido diversas técnicas y estando en plena etapa de
creación, el artista se enfrenta a una economía muy precaria, que lo llevó a
vender piezas importantes a precios muy bajos, cuyo dinero apenas le permitía
subsistir.
Inclusive,
en los años que permaneció viviendo en la localidad de Macuto, Reverón
emprendía largas caminatas hasta Caracas para poder vender y comprar
herramientas que le permitieran elaborar su trabajo artístico. La travesía le
costaba grandes heridas en piernas y pies, que lo obligaban a mermar su
creación por espacio de dos meses, hasta tanto no se encontrara totalmente
recuperado
Durante
los últimos años, y ante la pobreza evidente, el maestro elabora una selección
de muñecas de trapo, todas de gran tamaño, a las cuales usa como modelos para
poder pintar.
Reverón
vivió el arte teniendo como enemigo a dos factores: la pobreza y la
inestabilidad emocional. Esta última lo llevó a permanecer internado en el
Sanatorio San Jorge del Dr. Báez de Finol, donde pintó cerca de 14 cuadros
usando como modelos a los enfermos y las enfermeras, en el año 1953.
“Paisaje”
es una de las obras que el artista creó desde el sanatorio, y que en la
actualidad forman parte del patrimonio del Museo de Bellas Artes, ubicada en
Caracas. Reverón, sin saberlo, pintó en esta etapa los últimos 14 cuadros de toda su trayectoria, pues la muerte le
llegó un año después, el 18 de septiembre de 1954.
El
Estado venezolano declaró la obra del artista como Bien de interés cultural,
así como su trayectoria y cada uno de los objetos que él mismo elaboró para
realizar sus pinturas, por el valioso aporte que cada una de sus piezas han
dado a la plástica venezolana y latinoamericana. El Instituto de Patrimonio
Cultural (IPC) publicó una resolución en la que sus obras fueron calificadas
como piezas de gran aporte para la plástica nacional e internacional.
La
Asamblea Nacional aprobó en abril de 2015 autorizar el traslado de sus restos
mortales al Panteón Nacional. El 10 de mayo de 2016, se procedió al traslado de
los restos de Reverón al Panteón Nacional, coincidiendo con idéntico homenaje a
César Rengifo (1915-1980), pintor, muralista, dramaturgo, maestro y pensador.
Una
película basada en la vida de Reverón se estrenó en 2011 bajo la dirección del
Venezolano Diego Rísquez. El actor y dramaturgo Luigi Sciamanna fue el
encargado de dar vida a Armando Reverón. La película se tituló “Reverón”, y su música estuvo a cargo del galardonado
realizador venezolano Alejandro Blanco-Uribe. El guión es del escritor Armando
Coll
El
Gobierno Nacional ordenó la rehabilitación del Castillete de Reverón, como un
homenaje al artista y un aporte cultural para el pueblo venezolano. El
castillete de Reverón, ubicado en el sector Las 15 letras, en Macuto, estado
Vargas, fue el lugar donde el artista venezolano elaboró gran parte de sus
obras, inspirado en la belleza del litoral y los colores tropicales que durante
años impactaron en su creación. La estructura de este espacio sufrió grandes
daños como consecuencia del deslave de Vargas, en 1999.
A
propósito del aniversario de su
fallecimiento, en ciudades de todo el mundo se
exhibe cada 18 de septiembre la reproducción de diferentes
obras del maestro Armando Reverón.
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