ANIBAL NAZOA PERIODISTA
DEL HUMOR Y LA DIGNIDAD
Durante años, Aníbal Nazoa, destacado humorista, poeta y
periodista venezolano, quien nació en Caracas el 12 de septiembre de 1928,
y murió en su ciudad natal el 18 de agosto de 2001, llevó un mensaje claro a
través del poder de su palabra: la defensa de manera insaciable de los derechos
sociales y culturales del pueblo mostrándose a favor de la izquierda, una
izquierda que fue blanco del puntofijismo y la represión derechista durante
años en Venezuela.
Su relación con las masas populares comenzó, tal vez, desde sus
primeros años de vida, tiempo que pasó al lado de sus padres Rafael Nazoa, de
oficio jardinero, y Micaela González, en un hogar humilde ubicado en la
barriada El Guarataro.
La difícil situación económica que afectó a la familia hizo que Aníbal
Nazoa se formara de manera autodidacta. A la edad de 12 años, ya laboraba en
diferentes oficios, tales como carpintero, ayudante en pequeñas bodegas
de expendio de alimentos, hasta llegar a trabajar como empaquetador en el
diario El Universal, donde
aprendió desde tipografía hasta idiomas como el inglés y el francés, hecho que
lo llevó a involucrarse con el mundo de las artes y la comunicación.
A partir de estos conocimientos, y a la edad de 20 años, Aníbal Nazoa
publica diferentes artículos en su columna Por la misma calle, en el
diario El Universal. Sin embargo,
nunca se desprendió de su pasión por el humorismo, que asumió como una
herramienta para criticar a los gobiernos de derecha.
Fue a través del humorismo como este periodista venezolano se
expresó siempre contra toda censura y represalia, “y permaneció a lo largo de
su vida como un agudo crítico de la dura realidad nacional, un defensor inquebrantable
de la cultura y de las causas populares”. Nazoa siempre fue “un afinadísimo
humorista comprometido con la dignidad”, refiere el prólogo publicado en el
libro Aníbal Nazoa, La palabra de hoy,
publicado en 2014 por el Centro Nacional del Libro (Cenal).
Aníbal Nazoa siempre valoró los diferentes modismos y
expresiones coloquiales que durante años se han mantenido entre los
venezolanos. Con frecuencia expresaba el asombro que le causaba un fenómeno al
que le gustaba llamar “Misterios de la lexicografía y la semántica venezuela”,
del cual se pronunció en su artículo La imprecisión del venezolano.
“Cualquier extranjero que nos visite por primera vez
enloquecería si oyera, como se oye corrientemente a un electricista, plomero o
cualquier técnico venezolano ordenando a su asistente: -Tráeme la vainita esa
de bichar los perolitos del coroto. Lo asombroso no es la terminología en sí,
lo increíble es que el ayudante comprenda perfectamente bien la orden y traiga
exactamente lo que se le está pidiendo”, escribió el periodista en el referido
artículo.
Sus aportes al periodismo, que no sólo se mantuvieron en el
papel sino que viajaron a otras plataformas como la radio, se mantienen en la
actualidad entre el público lector del presente. Muestra de ello es la receptividad
con la que su obra fue recibida por lectores que visitaron la Feria del Libro
de Caracas y otros eventos como la Feria Internacional del Libro de Venezuela
2014 (Filven).
Entre sus obras destacan Aquí hace calor, publicado
en 1969; Las artes y los oficios,
libro publicado en 1973 y en el que Nazoa reinventa cada una de las profesiones
conocidas hasta ahora en la sociedad, para darle un nuevo concepto; y La palabra de hoy, editado en 1981.
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