NATALICIO DE JOSE
FELIX RIBAS
ETERNO HEROE DE LA JUVENTUD
El 19 de noviembre de
1775, nació en Caracas el indomable héroe de la guerra de Independencia, José
Félix Ribas, a quien su biógrafo Juan Vicente González llamó “el alma de la
República”.
En los movimientos
conspirativos que sucedieron en Caracas después de la abdicación de Fernando
VII a favor de Napoleón Bonaparte, aparece José Félix Ribas entre los más
fogosos, al lado de Simón Bolívar, Mariano Montilla, José Ángel Álamo y otros
que fundaron la Sociedad Patriótica.
En los sucesos del 19 de
abril de 1810, Ribas se hizo reconocer como “representante de los pardos”.
Participó en la campaña en defensa de la Primera República, y luego de la
capitulación de Francisco de Miranda emigró a Nueva Granada (Colombia), donde
se incorporó a la guerra contra los realistas ganando brillantes méritos
militares en las acciones del Magdalena, Tenerife, Mompós, Guamal, Ocaña y
Cúcuta.
Durante la Campaña
Admirable se cubrió de gloria en la batalla de Niquitao (Trujillo) donde
derrotó al jefe español José Martín, y luego tuvo una participación destacada
en Los Horcones (Lara).
El Libertador le confió
el mando en la defensa de La Victoria (Aragua), donde hizo retroceder a José
Tomás Boves y logró parar a las fuerzas realistas con unas tropas poco
experimentadas, formadas principalmente por jóvenes estudiantes y seminaristas
que Ribas había logrado reclutar y en cuyo preámbulo pronuncio la famosa
arenga: «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer».
Después de esta batalla,
junto con José Francisco Bermúdez ofreció una resistencia heroica al jefe
realista Francisco Tomás Morales en Maturín, fueron derrotados. Huyó con un
sobrino y un criado, con el objetivo de replegarse tácticamente para preparase
y seguir dando la batalla.
Ribas había oído que en
Barquisimeto estaba el general Rafael Urdaneta con un buen número de efectivos
militares y que se encontraba fortalecido, de manera que hacia allí había
encaminado sus pasos con la idea de conseguir elementos de tropas y seguir
peleando, y después de haber recorrido un largo camino llega a un sitio cercano
a un poblado llamado Jácome, a unos 20 kilómetros de Valle de la Pascua, allí
decide enviar al baquiano Concepción González a buscar provisiones. Este hombre
en el poblado se encuentra con algunos parientes suyos y le cuenta lo que ha
sucedido, la respuesta que recibe es que lo que está haciendo es muy peligroso
y que si lo agarran en compañía del general Ribas sería hombre muerto. Este
argumento hace preocupar al baquiano y después de pensarlo bien y creer en la
posibilidad de obtener una buena gratificación monetaria denuncia al héroe de
la Campaña Admirable, quien es apresado en el sitio en que aguardaba su
regreso, en tanto que el sobrino y su criado fueron asesinados en el lugar.
Ribas pide le lleven
ante un general español y es trasladado hasta el poblado de Tucupido, estado
Guárico, donde un teniente de apellido Barrojola, que conoce de la valentía y
carácter indómito del general Ribas, ordena su muerte inmediata por
considerarlo sumamente peligroso.
El cuerpo del general
José Félix Ribas es despedazado y cada brazo con su respectiva mano es colgada
en árboles que bordean el camino real, de igual manera sus miembros inferiores.
Su cabeza frita en aceite es enviada a Caracas a donde llega el 14 de marzo de
1815 y es exhibida en la Plaza Mayor durante dos semanas.
Desde
el 19 de septiembre de 2005, en el 230 aniversario de su natalicio, reposa en
el Panteón Nacional un cofre con sus restos simbólicos
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