sábado, 3 de septiembre de 2016
Yuli: en casa y con su gente
Puerto La Cruz- 19 días después de aquel salto inolvidable, histórico, ese brinco de 14,98 metros que inmortalizó su nombre entre los atletas de este país, Yulimar Rojas regresó ayer a la tierra que la vio crecer y consolidarse como una de las grandes esperanzas del deporte venezolano.
La espigada morena (1,92 metros de estatura), nacida en Caracas y radicada desde su primer año de vida en Anzoátegui, arribó poco antes de las 8:00 am a la Base Aérea Teniente Luis del Valle García de Barcelona, su primera parada en un caluroso recibimiento que culminó pasadas las 2:00 pm en el Paseo de La Cruz y El Mar de Puerto La Cruz.
Tras su llegada, la ganadora de la medalla de plata en Río de Janeiro 2016 se reunió con autoridades estadales en la sede del Consejo Legislativo de Anzoátegui (Cleanz), donde le otorgaron reconocimientos que luego fueron entregados públicamente, en un acto de bienvenida realizado en la plaza Simón Bolívar de la capital de la entidad.
La actual subcampeona olímpica de salto triple femenino recibió la orden Robert Serra en su primera clase, obtuvo las llaves de Puerto La Cruz y fue nombrada Hija Ilustre del estado. A pesar de las distinciones, Rojas reiteró que su principal motivo de alegría era estar de nuevo en casa y con su gente.
“Yuli”, como le llaman sus allegados, se reencontró con sus seres más cercanos. Además de su familia, algunos de sus actuales vecinos en Boyacá V y parte de la gente que la conoce desde su niñez en Pozuelos la acompañaron en una caravana que inició en la icónica plazoleta capitalina y culminó en el malecón del municipio Juan Antonio Sotillo.
“Sabía que me iban a recibir por todo lo alto. La espera valió la pena. Es muy bonito volver a ver caras conocidas, a toda esa gente que conozco desde que soy una niña”, dijo la atleta de 20 años de edad, que durante la jornada se animó a bailar samba e, incluso, a realizar jocosamente su rutina para saltar.
“Seguiré siendo la misma, siempre disponible para todos los que creyeron en mí desde mis comienzos”.
Sentimiento
Rojas, sonriente desde que pisó su terruño, dejó correr sus únicas lágrimas cuando habló de su familia y del tiempo que pasó sin verla.
“Me emociona venir; es increíble estar de nuevo con mi familia. Recuerdo que cuando me fui a entrenar a España (en noviembre), le dije a mi mamá que cuando regresara le traería una medalla olímpica, y ahora se la daré. Es de ella”.
Regresó a casa con la presea prometida. Yuletzy Rodríguez, la mujer que dio a luz a semejante atleta, guardará el galardón con recelo, como aseguro ella misma.
“Yuli” es ahora la hija ilustre de la señora Rodríguez, de Pozuelos, de Boyacá V y del resto de Anzoátegui, desde Chorrerón hasta Mapire, de Valle de Guanape a Soledad.
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