“Una vez nace el común… una vez muere y se olvida… dos veces nacen los héroes: la primera a la vida… la segunda a la gloria eterna”, Luna M.
Gabaldón fue líder fundamental del movimiento revolucionario de los años 60/ Foto: Archivo
Hace 53 años, fue asesinado Argimiro Gabaldón, conocido como el Comandante "Carache", líder fundamental del movimiento revolucionario de los años 60.
Nadador, jugador de béisbol, pescador, cazador y excursionista incansable, estudió arquitectura y pintura, disciplinas a las que sumó su pasión por el periodismo, la novela, el cuento y la poesía. Gabaldón entendió que había que conocer la historia de su país para poder actuar sobre ella. A la hora de la lucha contra el perezjimenismo, fue el primero en plantear que no se trataba sólo de cambiar al dictador por otro gobernante, sino que había que ir a la raíz de ese acontecer para que los cambios fuesen trascendentes y no formales.
La línea revolucionaria de Carache tuvo un claro puente ideológico con la visión de Hugo Chávez
Luego de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez ocupó la Presidencia del Concejo Municipal de Biscucuy, estado Portuguesa, puesto al que renunció para dedicarse a la organización política y militar con los cuadros más radicales del Partido Comunista de Venezuela, conformando lo que luego se conocerá como Frente Guerrillero "Simón Bolívar".
Desde fines del 61 hasta el 13 de diciembre de 1964, Chimiro estuvo al frente de esa lucha. Y en ese proceso le tocó vivir los vaivenes de unos dirigentes que se amoldaban a las circunstancias, antes que analizar histórica, táctica y estratégicamente la realidad sobre la que actuaban.
La trágica muerte de Argimiro se produce en pleno momento de crecimiento político.
Cuando sus combatientes habíamos llegado a entender la estrategia de la guerra del pueblo, comenzaba a desarrollarse simultáneamente una política opuesta para liquidar la lucha. La línea del "repliegue", para nosotros totalmente incomprensible. Finalmente privó la política alejada de la guerra del pueblo, que llevó al repliegue definitivo.
A la muerte de Carache la jefatura del Frente había sido asumida por una dirección pesimista, con una creencia en que la revolución nos vendría de regalo. Que abandonó a los combatientes y a las masas campesinas a merced de la barbarie del sistema represor y asesino.
Hoy día vemos claramente que la línea revolucionaria de Carache tuvo un claro puente ideológico con la visión histórica que años después asumió el Comandante Hugo Chávez Frías.
La muerte de Argimiro fue el golpe más duro que recibió la revolución venezolana hasta la llegada de Chávez.
A la muerte de Carache la jefatura del Frente había sido asumida por una dirección pesimista, con una creencia en que la revolución nos vendría de regalo. Que abandonó a los combatientes y a las masas campesinas a merced de la barbarie del sistema represor y asesino.
Hoy día vemos claramente que la línea revolucionaria de Carache tuvo un claro puente ideológico con la visión histórica que años después asumió el Comandante Hugo Chávez Frías.
La muerte de Argimiro fue el golpe más duro que recibió la revolución venezolana hasta la llegada de Chávez.
“Somos la vida y la alegría, en tremenda lucha, contra la tristeza y la muerte”: esa frase, emblemática de su postura vital, resume el legado de Argimiro Gabaldón.
“No soy un guerrero, nunca lo había pensado ser, amo la vida tranquila, pero si mi pueblo y mi patria necesitan guerreros, yo seré uno de ellos. Y este pueblo nuestro los ha parido por millones cuando los ha necesitado”, decía.
El 13 de diciembre de 1964, víctima de un confuso incidente en las montañas de Humocaro(en el estado Lara), falleció al recibir un tiro, al parecer de parte de un compañero, a los 45 años de edad.
Como dice una de sus más acertadas biografías: "Más que la muerte le dolió morir de bala amiga, morir a destiempo, cuando apenas se iniciaba el camino duro del que tanto había hablado y para el cual tanto se había preparado”.
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