HACE 108 AÑOS
JUAN VICENTE GOMEZ
DERROCO A SU COMPADRE CIPRIANO CASTRO
El 19 de diciembre de
1908, se dio el golpe de Estado por medio del cual se desconoció la autoridad y
el gobierno del General Cipriano Castro, y asumió la Presidencia “Provisional”
de los Estados Unidos de Venezuela, el General Juan Vicente Gómez.
Los países
imperialistas: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda e Italia,
nunca vieron con buenos ojos la posición nacionalista, patriota e
independentista de Cipriano Castro, quien anteponía siempre los intereses de
Venezuela sobre el de las corporaciones extranjeras, pues consideraba que éstos
depredaban y estrangulaban duramente al país con sus compañías y empresas.
En noviembre de 1908 con
el objeto de someterse a una riesgosa operación quirúrgica en Alemania, Castro
dejó en el poder transitoriamente al vicepresidente de la República, general
Juan Vicente Gómez; quien aprovechó las circunstancias para dar un incruento
golpe de Estado, el 19 de diciembre de ese año. Una vez alejado del poder y
negada la posibilidad de regresar a Venezuela, Castro sufrió el acoso de las
potencias resentidas por la política que mantuvo hacia ellas durante los 8 años
que estuvo en el poder. Al carecer de los recursos para efectuar una invasión
armada, se marchó a Madrid para luego convalecer de su operación en París y en
Santa Cruz de Tenerife.
Para estar seguro de que
Castro no entrara más a Venezuela, Gómez pidió ayuda a la marina estadounidense
con el pretexto de proteger nuestras costas.
Juan Vicente Gómez,
desde entonces, gobernó Venezuela como un capataz de hacienda bajo el terror de
un régimen dictatorial, hasta su muerte,
oficialmente ocurrida el 17 de diciembre de 1935.
Este golpe de Estado se
suma a las innumerables intervenciones imperialistas en nuestro continente en
su afán de detener y frustrar la emancipación de los pueblos, pero la historia
en su andar incesante, cien años después, permite que en el ambiente del
proceso socialista y bolivariano que se vive en Venezuela, se reivindique la
actitud valiente, digna, patriótica y antiimperialista de Cipriano Castro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario