viernes, 11 de noviembre de 2016

EN 1961 BETANCOURT ROMPIO RELACIONES CON CUBA POR PRESIONES IMPERIALISTAS

EN 1961 BETANCOURT ROMPIO RELACIONES
CON CUBA POR PRESIONES IMPERIALISTAS
El 11 de noviembre de 1961 el entonces presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, anunció su decisión, por presiones yanquis, de romper relaciones diplomáticas y consulares con la República de Cuba. 
Al iniciarse un nuevo período en la Historia Nacional con el establecimiento de la Democracia, la política exterior venezolana se orientó a mantener relaciones de mutuo respeto con la mayor parte de los países del mundo, así como asegurar la colaboración del país en todos los esfuerzos para consolidar la paz y la democracia en el mundo y a participar vivamente en todos los proyectos encauzados a la defensa de los derechos humanos. Tales principios fueron señalados en el preámbulo de la Constitución promulgada en 1961.
Sin embargo, en los primeros años de la década de 1960, la implementación de la llamada Doctrina Betancourt que implicaba el reconocimiento por parte de Venezuela sólo a regímenes legitimados por elecciones democráticas causó la ruptura de relaciones diplomáticas con un gran número de países, particularmente en el continente americano, lo cual llevó a un relativo aislamiento de Venezuela en el contexto de su política exterior.
Especial tensión existió en ese período en las relaciones entre Venezuela y Cuba, así como en las relaciones con el régimen dictatorial que en esos años gobernaba República Dominicana.
Con el apoyo contundente del gobierno de Estados Unidos, y con la ayuda de Costa Rica y Honduras, Rómulo Betancourt presionó a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que adoptase sanciones diplomáticas y políticas contra el líder revolucionario Fidel Castro, siendo esta postura determinante en la expulsión de Cuba de la OEA.
“Lo que ya resultó imposible aceptar, porque en ello estaba en juego la dignidad misma de la Nación, fueron los recientes exabruptos del canciller de ese gobierno en los que se acusó al nuestro de actuar bajo los dictados e indicaciones de potencias extranjeras”, trató de explicar Betancourt al pueblo cubano, dejando a la vista las acciones injerencistas de las naciones afectas al imperialismo.
La ruptura de las relaciones con la hermana república de Cuba dio paso a lo que se conoció como la Doctrina Betancourt, que prosiguió en 1962, en Venezuela, cuando  el gobierno de Betancourt, declaró ilegales al Partido Comunista de Venezuela y al Movimiento de Izquierda Revolucionaria pasando éstos a la clandestinidad.
Durante el Gobierno de Raúl Leoni (1964-1969), la ya referida doctrina Betancourt permaneció vigente, aunque se observó mayor flexibilidad en su aplicación.
Como consecuencia del agravamiento de las tensiones con los sectores de izquierda a nivel nacional e internacional, el Gobierno de Leoni interrumpió las relaciones de Venezuela con la Unión soviética, relaciones que databan de 1945.
Con el gobierno del Presidente Rafael Caldera, se estableció un criterio más amplio y realista de pluralismo ideológico, que permitió darle un nuevo impulsó a las relaciones exteriores del país, desechando la llamada Doctrina Betancourt.
El nuevo principio rector de la política internacional practicada durante dicho gobierno estuvo orientado básicamente al mejoramiento de las relaciones Norte-Sur, a la vez que se fundamentó en los postulados teóricos del desarrollo de la humanidad, que suponía la redefinición de la economía mundial sobre criterios de mayor justicia y equidad, tratando de revertir los efectos causados por la política exterior de Betancourt
La extensión de la política pluralista iniciada por Rafael Caldera se expresó en el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba en 

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