En el nefasto gobierno de Rómulo Betancourt “ONDAS DE LOS MEDANOS” OTRA VICTIMA DE LA VIOLACION A LA LIBERTAD DE EXPRESION

En el nefasto gobierno de Rómulo Betancourt

“ONDAS DE LOS MEDANOS” OTRA VICTIMA DE

LA VIOLACION A LA LIBERTAD DE EXPRESION

El 9 noviembre de 1960, durante el gobierno del “Padre de la Democracia”, Rómulo Betancourt, fue  clausurada  la emisora Ondas de los Médanos, que transmitía desde Coro, capital del estado Falcón.

Mediante la Resolución N°1858 del 5 de noviembre de 1960, firmada por el director general del Ministerio de Telecomunicaciones “se resuelve cancelar el permiso de operación de la Emisora en referencia”. (Ondas de los Médanos) ubicada en la ciudad de Coro.

Esta drástica medida antidemocrática, violatoria del derecho a la comunicación fue responsabilidad del llamado Pacto de Punto Fijo firmado en la ciudad de Nueva York en enero de 1958, y se produjo en el marco de la feroz represión ejercida por la derecha y sus aliados foráneos y locales contra las organizaciones populares que reclamaban el espacio de libertad ganado en la lucha contra el gobierno de Pérez Jiménez.  Ejercía el poder autoritario Rómulo Betancourt, uno de los más nefastos gobernantes que hemos sufrido los venezolanos

El  radioperiódico  “Marchemos”  lo encabezaba la marcha de  el  "Adelante Cubanos, que Cuba permitirá nuestro heroísmo", Himno del 26 de Julio Cubano. El editorial era redactado y leído por un joven de apenas 18 años de edad, José Manuel "El Chema" Saher, hijo de Pablo Ramón Saher, uno de los fundadores del partido Acción Democrática en Coro.

José Manuel “Chema” Saher se alistó en los destacamentos guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) para combatir al gobierno de AD-COPEI a pesar de la oposición de su padre, entonces gobernador por AD del Estado Falcón. El 23 de marzo de 1967, después de caer prisionero, fue fusilado por bandas militares en las montañas de “El Bachiller”, en Miranda, un Jueves Santo.

Por sus críticas al gobierno desde Ondas de los Médanos, su propietario y director, Pepe Lupe Polanco, sufrió persecución y cárcel, incluso fue clausurada la emisora cuando desde sus estudios el legendario Gustavo Machado, líder del Partido Comunista de Venezuela envió un saludo a sus camaradas en armas en la Sierra Falconiana.

No fue la única medida represiva para cercenar los medios populares en el largo cuatrienio de ramplonerías, corrupción y prosperidad de la industria del rancho, el único logro social de adecos y copeyanos. Vinieron años aciagos de suspensión de garantías constitucionales, allanamientos y secuestros de ediciones enteras de periódicos, semanarios, medidas cautelares contra imprentas, distribuidoras y editores.

Ya en el período de CAP I, el del “delirium tremens” o “Hacia la Gran Venezuela”, génesis de los doce apóstoles, del negociado de fragatas y aviones F16, de las riqueza súbita de algunos personajes oscuros, como la del autodenominado embajador ante las Naciones Unidas, Diego Arria, hoy en la lista de los que el pueblo sabiamente llama los patiquines fotogénicos, le tocó el turno a Rctv.

El puntofijismo le cobró a Marcel Granier, un personaje de pose, sus andanzas conspirativas, sus negocios poco claros y sus devaneos presidenciales. Ya el padre del refranero criollo, Luis Herrera Campins, lo había advertido “aquellos empresarios que quieran hacer política deben meterse a políticos y dejar sus empresas“, y acuñó la célebre frase: “éste es un país de empresarios prósperos y empresas quebradas”. Por cierto, el  9 de noviembre de  2007, hace hoy nueve años,  falleció  en la ciudad de Caracas el ex presidente Luis Herrera Campins, debido a enfermedad renal y diabetes.

La derecha venezolana negó siempre el acceso de los sectores populares a los medios de comunicación y los etiquetó académicamente como” medios alternativos”, una falacia que es necesario desmontar, ya que los medios en poder del pueblo no pueden ser considerados un accesorio, un comodín. Son medios verdaderos.

Es propicio este nuevo aniversario de clausura de una modesta emisora de radio de provincia para tener presente el carácter antidemocrático, de censura, de la derecha y sus cómplices en el exterior.