APETENCIAS DE BETANCOURT
Y DESCONTENTO
MILITAR DERROCARON A ISAIAS MEDINA ANGARITA
El 18 de octubre 1945, un golpe cívico militar derrocó al
Presidente Isaías Medina Angarita, y asumió el poder una Junta Revolucionaria de Gobierno.
A la cabeza de la misma estaba Rómulo Betancourt del partido Acción
Democrática.
El suceso, de poca duración y con un saldo mortal de 84 muertos y 221
heridos, desmanteló la última huella del gomecismo, entiéndase por esto, la
salida forzosa de la clase política hereda del mismo. Ese día concluye para no
levantarse jamás, la hegemonía regional del Táchira.
La mañana del 18 de octubre de 1945 comenzó una
insurrección cívico-militar liderada por Rómulo Betancourt y Marcos Pérez
Jiménez ( Dios los cría y ellos se juntan) que llevaría a deponer del poder al general
Isaías Medina Angarita, el mismo que había legalizado al partido Acción
Democrática.
Los miembros de Acción Democrática lo bautizaron
como "revolución", pero fue en realidad un golpe de Estado
cívico-militar contra el presidente Isaías Medina Angarita que tuvo como
principales cabecillas a Rómulo Betancourt y Marcos Pérez Jiménez.
Rómulo Betancourt designó con el mote
"autocracia con atuendo liberal" al gobierno medinista, una
clasificación totalmente temeraria que ningún historiador ponderado
reafirmaría, además el líder civil de la
asonada del 18 de octubre escribió para justificar su acción
"revolucionaria" que: "Había descontento popular, por la
ineptitud y corrupción administrativas; por la generalizada pobreza; por la
insinceridad institucional del régimen" .
La afirmación de Betancourt presenta elementos de
exageración y a la vez de contradicción, pues si el gobierno de Isaías Medina
Angarita padecía de una gran animadversión pública cómo se explica entonces el
apoyo efusivo de una porción nutrida de la población a las reformas y proyectos
políticos impulsados por el gobierno.
Si algo intentó promover el general Medina, fue
la imagen de mandatario accesible y cercano a las masas a través de mítines y
giras por el interior del país. El general Isaías Medina Angarita no se
conformaría con ser Presidente ungido por la voluntad del Gran Elector y de sus
pares, sino que buscó la confirmación en
la calle. El mérito de Medina Angarita fue el de quitarse el ropaje de militar
servil a la dictadura gomecista para proyectarse en la historia como hombre
cordial, popular y reformista comprometido con la evolución política de la
nación.
Aunque no se pueda afirmar que el 18 de octubre
haya sido un proceso revolucionario, es seguro que se produjo la finalización
de una etapa de nuestra historia política iniciada el 22 de octubre 1899 con la
llegada de los Andinos al poder, y el
comienzo de otra, en la que estuvieron presente nuevos actores.
El alzamiento armado del día jueves 18 de octubre
de 1945 contra el gobierno constitucional de Isaías Medina Angarita sigue hoy
generando debate y polémica en los círculos académicos. Todavía se discute
entre sus últimos sobrevivientes y una
nueva generación de historiadores las razones políticas de ese evento, el cual,
sin duda alguna, cortó de raíz la transición postgomecista. El golpe además
encumbró la nación a una política de partido populista con cambios sustanciales
dentro del sistema socio-político de entonces.
El 17 de octubre de 1945, Medina fue informado de
los preparativos del complot, lo cual parecía confirmar el mitin realizado el
mismo día por AD en el Nuevo Circo de Caracas, el cual constituía un virtual
llamado a la insurrección.
Las órdenes impartidas de acuartelar las
guarniciones de Caracas y Maracay y de arrestar a 3 de los cabecillas militares
(Pérez Jiménez, Julio César Vargas y Horacio López Conde) desencadenaron el
alzamiento.
Golpe de Estado
En horas de la mañana del 18 de octubre de 1945,
estalló la revuelta en la Escuela
Militar de La Planicie en Caracas. Por la tarde, se había extendido a los
cuarteles de San Carlos, La Planta y Miraflores, en Caracas y la guarnición de
Maracay. El cuartel de San Carlos fue
retomado por el Gobierno, mientras se generalizaban los tiroteos por las calles
de la capital.
En la noche del 18 de octubre, al analizar la
situación Medina se niega a atacar Escuela Militar por temor a provocar la
muerte de los cadetes, muchos de los cuales habían sido sus alumnos años atrás.
Por la mañana del 19 de octubre, las noticias de
que la aviación y la plaza de Maracay se encontraban en manos de los alzados y
de que el Cuartel San Carlos había sido
tomado por grupos de civiles insurrectos determinaron la decisión del
Presidente Medina de rendirse.
Esa misma noche se constituyó en Miraflores una
Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt, la cual
inició una nueva etapa en la vida política del país y para muchos la entrada de
Venezuela en el siglo XX, a solo meses de concluida la segunda guerra mundial.
Éste no sería el último golpe de Estado en
nuestro país, en 1958 se llevó a cabo un golpe cívico-militar contra Pérez Jiménez,
en el cual estaba involucrado su antiguo socio golpista, el adeco oportunista
Rómulo Betancourt; y en 1992 se llevó a
cabo un levantamiento contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
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