jueves, 13 de octubre de 2016

“MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO” OTRA GENIALIDAD DE SIMON BOLIVAR

“MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO”
OTRA GENIALIDAD DE  SIMON BOLIVAR
El 13 de octubre de 1822 el Libertador Simón Bolívar escribió  “Mi Delirio Sobre el Chimborazo”, escrito catalogado como una de las piezas más emblemáticas del romanticismo venezolano en el siglo XIX, donde se refleja el talante poético del Padre de la Patria.
Hoy el pueblo venezolano retoma el espíritu libertario retratado en esta excepcional obra, alegoría de la causa independentista, que refleja el ideal revolucionario de la Unión Suramericana de los pueblos.
El historiador  colombiano Armando Martínez Garnica manifestó que la única copia que se conocía de “Mi Delirio en el Chimborazo” -porque no hay un original del puño y letra de Bolívar- es un ejemplar conservado en Quito, pero que la que él tenía en su poder era una nueva versión, tan sólo que descubierta en Málaga, departamento de Santander.
El original no ha sido encontrado, pero sí una copia que está en poder de una familia quiteña y que es la que todos conocemos. Entonces hubo un tiempo en que se dijo que era apócrifo, pero tenemos testimonios en los cuales el propio Bolívar muestra que él lo escribió impactado por el paisaje que vio en Ecuador y porque lo unió con su destino continental.
Como algunas voces han puesto en duda la autoría del Libertador, dejemos que sea él quien lo confirme en una carta que remitió a su maestro Simón Rodríguez desde Pativilca, Perú,  el 19 de enero de 1824: ‘Venga usted al Chimborazo; profane usted con su planta atrevida la escala de los titanes, la corona de la tierra, la almena inexpugnable del universo nuevo. Desde tan alto tenderá usted la vista; y al observar el cielo y la tierra, admirando el pasmo de la creación terrena, podrá decir: dos eternidades me contemplan; la pasada y la que viene; y este trono de la naturaleza, idéntico a su autor, será tan duradero, indestructible y eterno como el padre del universo’”.
Según los críticos, la creación verdaderamente literaria, y cargada de gran belleza plasmada por El Libertador fue “Mi Delirio sobre El Chimborazo”. Obra de excepción en los escritos de Bolívar. Es la única de sus manifestaciones hecha con una finalidad esencialmente poética.
En ella llegó a mostrar, con gran vivacidad, la pequeñez humana delante de lo infinito. Es evidente que este poema en prosa es una alegoría. Es como una ensoñación, como un delirio.
Es una gran obra literaria, por el tema: la crisis ideológica que vivió este gran hombre después de la batalla de Carabobo. Lo es también por su elaboración: lírica, en la primera parte, por la forma como expresa la ascensión al Chimborazo; es dramática en la segunda, pues da una solución simbólica, es decir, estética, al terrible y pavoroso drama aludido.
Este poema, además, es una de las piezas representativas de nuestro primer romanticismo, que tiene la singularidad de haberse inspirado en la vida y en la obra del propio autor. Y es, por último, el primer poema en prosa con que cuentan nuestras letras.
El monte Chimborazo está situado en la provincia del mismo nombre, en Ecuador, y a sus pies se encuentra la ciudad de Riobamba, capital de dicha provincia.
Chimborazo es el nombre del dios de la antigua nación Puruhá, que más tarde fuera adorado por los Incas. Su nombre tiene varios significados en los dialectos vernáculos. Viene del jíbaro chimbu, asiento, dueño de casa; del aymará rassu, montaña; del colorado shimbu, mujer y rassu, nieve.
También se cree que chimbo es de origen chimú y significa sombra protectora. En idioma quichua, chimbo o chimbu significa la del otro bando; y rassu quiere decir nieve. Es decir “Nieve del Otro Bando”, lo cual concuerda con la mitología indígena que considera al Chimborazo como esposo de la Tungurahua, montaña situada frente al mitológico cónyuge.
Los indígenas de la provincia del Chimborazo creen que las dos montañas se unen cuando el cielo resplandece por los relámpagos en las noches de tormenta. Alexander Von Humboldt intentó llegar a la cima del Chimborazo, pero sólo alcanzó los 5 mil 900 mts sobre el nivel del mar.
En la visión de la montaña ecuatoriana se inspiró Simón Bolívar al momento de darle vida a “Mi delirio sobre el Chimborazo”.
Demostró  así  El libertador,  Simón Bolívar,  que  no sólo fue un gran estratega, militar y político, que llegó a liberar a tantos países en Latinoamérica, sino también ensayista y si se quiere hasta poeta, sólo habría que revisar algunas de sus cartas.
Su prosa siempre fue fina y enérgica, por medio de ella ejerció un poder humano de gran envergadura, en lo real y en lo teórico, a tal punto que su pensamiento escrito sigue brillando en el tiempo, se mantiene vigente y ha sido guía para las personas que buscan el bien y la justicia.
Sólo podía ser él, el más Grande de nuestra América, el Gran Simón Bolívar, el Simón Bolívar que nació de las entrañas del pueblo venezolano y dio luces al mundo. ¡Cómo no amarlo y seguir su ideario!.

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