MARIA ANTONIA BOLIVAR Y PALACIOS
LA HERMANA MONARQUISTA DE BOLIVAR
LA HERMANA MONARQUISTA DE BOLIVAR
El 7 de octubre de 1842, murió en Caracas, María Antonia Bolívar y Palacios, hermana mayor del Libertador Simón Bolívar. Con un carácter recio, siempre mostró afinidad por la causa realista, sin embargo tenía buenas relaciones con su hermano.
“La Criolla Principal. María Antonia Bolívar, la hermana del Libertador”, estupendo libro histórico de Inés Quintero, es un ensayo que da conocer la parte humana de los héroes.
No se trata en este caso de una heroína de la Independencia, sino de una mujer que marcó distancia con esa gesta y actuó apoyando a los realistas y al rey, a pesar de los nexos consanguíneos que la unían al hombre que lideró el movimiento que llevó a su país, Venezuela, a separarse del yugo español.
El personaje en cuestión es nada más y nada menos que la hermana mayor del Libertador, María Antonia Bolívar y Palacios ,nacida en Caracas el 1° de noviembre de 1777; hija de los reputados mantuanos Don Juan Vicente Bolívar y Doña Concepción Palacios y Blanco. Entre sus ancestros había por lo menos 14 conquistadores de Venezuela. Era, pues, una mujer de la aristocracia, una mantuana caraqueña.
Quedó huérfana de padre a los 8 años y de madre a los 14.Tres meses después del fallecimiento de su madre contrajo matrimonio con su primo tercero Pablo Clemente y Palacios con quien procreó 4 hijos.
María Antonia manifestó su rechazo a las iniciativas independentistas desde los intentos revolucionarios de Gual y España en 1797 y de Miranda en 1806. Por ello no entendió y vio con sumo disgusto que sus tres hermanos (Juan Vicente, Simón y Juana) se involucraran en el movimiento por la independencia.
En 1813 cuando su hermano Simón lanzó desde Trujillo el Decreto de Guerra Muerte, María Antonia desoyendo las amenazas, auxilió y escondió en su propia casa a un grupo notable de realistas y no cambió sus opiniones cuando El Libertador entró victorioso a su ciudad natal en agosto de 1813.
En 1814, cuando las tropas realistas se aproximaban a Caracas, la orden de Bolívar fue desocupar la ciudad para impedir su arrasamiento. María Antonia creía que podría hacer valer su lealtad al rey y se oponía a salir. Bolívar la obligó, convencido de que no recibiría clemencia.
Ante el asedio a la ciudad de Caracas por las tropas de Boves, sale obligada por su hermano Simón, primero a Curazao y luego a La Habana, donde vivía con una pensión de 1.000 pesos anuales otorgada por el Rey de España.
Después del triunfo patriota y siendo Bolívar el hombre más poderoso de Venezuela y quizás de Latinoamérica, regresa ya viuda a Caracas (1822),movida por el deseo de recuperar los bienes familiares hasta ese momento en manos de su hijo Anacleto, reconocido jugador e irresponsable.
María Antonia, “La criolla principal” fue una mujer de convicciones monárquicas y nunca lo ocultó; testaruda, pragmática y para quien siempre fue un asunto de primera importancia los bienes materiales y familiares; su destino fue vivir en el centro de la escena política de una época bien complicada. La lucha de María Antonia era por mantener sus privilegios de clase social y por sus bienes materiales, de ahí emerge su autonomía, actuando de acuerdo a sus ideas e intereses particulares.
María Antonia fue borrada de la historia de la Independencia. Primero, porque las mujeres no eran importantes para ese relato; luego, la mujer heroína fue la que tomó importancia, pero ella no lo era; al contrario, era monarquista. Y tercero, era inadmisible que una hermana de Bolívar no lo apoyara en su causa.
A María Antonia Bolívar apenas se la menciona no sólo por ser una mujer criolla y principal, sino por la incomodidad que conlleva la inclusión en el relato nacional de una hermana de Bolívar realista y opositora de la causa independentista, cuando es sabido que la guerra de Independencia dividió a la sociedad venezolana. Esta polarización comprometió por igual a los hombres y las mujeres que habitaban la provincia de Venezuela.
Vivió sus últimos años en una casa de hacienda, ubicada en Macarao. Luego de la muerte del Libertador, María Antonia dedicó su vida al hogar y a la administración de los bienes familiares. Su deceso se produjo dos meses antes de que los restos de Bolívar regresaran a Caracas en diciembre de 1842.Sus restos reposan en la cripta de la Capilla de la Santísima Trinidad, de la familia Bolívar en la Catedral de Caracas.
En la búsqueda de la verdad, un equipo multidisciplinario de expertos forenses, antropólogos, patólogos, odontólogos, se dirigieron en la mañana del 30 de agosto de 2010, a iniciar la exhumación de las hermanas del Libertador, incursionando sobre los restos óseos contenidos en el nicho N° 03, correspondientes a María Antonia Bolívar, a fin de lograr su clasificación, identificación y colección de las muestras pertinentes para análisis genéticos.
Al culminar la exhumación, los expertos procedieron a colocar ordenadamente, los restos óseos en urnas de madera de cedro, elaboradas para la preservación e inhumación de María Antonia Bolívar y Juana Bolívar y Palacios.
En el interior de las mismas, se colocó un manto de seda de color azul, elaborado por artesanas andinas para dignificar, preservar y honrar para futuras generaciones tan importantes reliquias de incalculable valor histórico, describir por escrito la actuación llevada a cabo en la Catedral de Caracas donde se narran las actuaciones de los científicos durante las 13 horas de trabajo, y de esta manera proceder a cerrar con cemento y ladrillo las entradas del nicho N° 03 dando por culminada la exhumación del Ministerio Público.
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