BETANCOURT NO RESPETO
LA LIBERTAD DE EXPRESION
El 19 octubre 1961, la Dirección General de Policía (DIGEPOL) allan[o la
vivienda de Manuel Sánchez Benítez, padre del conocido cantante Alfredo Sadel.
Los agentes pretendían arrestarlo por haber enviado un telegrama en el
que felicitaba la campaña de denuncias del diario La Esfera en contra de la
represión ejercida por el presidente Rómulo Betancourt, alias. “El Padre de la
Democracia”.
Este hecho no es más que una muestra de la larguísima secuencia de
acciones represivas de Rómulo Betancourt contra quienes pensaban diferente a él
o se atrevían a criticar su nefasto gobierno en el que se imponía su lema “Disparen
primero y averigϋen después”. Con esa frase se inició e inauguró la política represiva en Venezuela
durante la IV República con un costo de miles de muertos y desaparecidos.
A pocos meses de instalado su gobierno, el 12 de enero de 1960, Rómulo Betancourt
ordenaba con esa afirmación hostigar, reprimir y asesinar a todos sus
adversarios políticos. Durante su mandato
aplicó severo hostigamiento a los factores de izquierda, cerrando sus
periódicos y reprimiendo a sus opositores.
El caudillo de Guatire mandó abiertamente bajo ideales anti-comunistas, por los que
desplazó a parte de la población, quienes en efecto crearon lo que se denominó
los partidos de izquierda, con la finalidad de defender su derecho a la
igualdad en la toma de las decisiones gubernamentales.
También fueron creadas las guerrillas que con mayor fuerza y por medio
de la lucha armada mantenían su objetivo de búsqueda de la democracia. Por todo
esto se produjeron numerosos enfrentamientos en los cuales estuvieron
involucrados no solo fuerzas militares sino que también se unieron a ellos
civiles, obreros, profesionales y estudiantes.
El Gobierno de Betancourt desató una feroz represión en contra de los
militantes y simpatizantes de la izquierda. Amenazó a los parlamentarios de los
partidos inhabilitados, y en una alocución expresó: “El Gobierno Nacional, en
Consejo de Ministros, adoptó la decisión que el país esperaba; prohibió las
actividades del Partido Comunista y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria,
partidos que han venido actuando en actitud desafiadora frente a la
Constitución y al orden legítimamente constituido de la República. Esos
partidos no podrán funcionar; no tendrán locales, no tendrán prensa, ni acceso
a la radio ni televisión y no podrán realizar actos públicos”.
Así eran los procedimientos “democráticos”
de Rómulo Betancourt y de los Gobiernos del “Puntofijismo”. Además hay que señalar que las amenazas se
hicieron realidad muy pronto, el 30 de septiembre de 1963, todos los
parlamentarios “extremistas” fueron apresados sin fórmula de juicio, ni
solicitudes de allanamiento de sus inmunidades parlamentarias, y encerrados en
el cuartel San Carlos.
A manera de anécdota, se recuerda
que cuando el diputado comunista Eloy Torres fue despojado de su
inmunidad parlamentaria, juzgado y condenado, a sufrir prisión por el lapso de
8 años, 8 meses, 8 días y 8 horas; el pueblo de Caracas, que siempre afronta los embates en su contra
con estoicismo y buen humor, al conocer el veredicto, hizo correr el rumor de
“hay que jugar el 8.888, porque es una fija” en todas las loterías.
________________________________________
No hay comentarios.:
Publicar un comentario