El 1° de marzo del año 2008, se oficializó en Colombia Día Mundial del Reciclador de Base, durante el Encuentro Internacional de Recicladores, que reunió a 34 países. La fecha rinde homenaje a los 10 trabajadores que reciclaban y fueron asesinados a palos y tiros dentro de la Universidad Libre de Baranquilla. Un sobreviviente que escapó, logró contar la historia a las autoridades.
Las economías de todo el mundo tienen cada vez mayor deuda con los recicladores de base, pues son quienes colaboran en la higiene de las ciudades, principalmente donde sin su tarea, sería casi imposible para las autoridades abordar los cada vez mayores volúmenes de residuos, sin que haya forma de clasificar y recuperar lo que todavía se considera útil.
Los recicladores son los principales aportantes para los circuitos de producción de plástico, papel, vidrio y metales usados, la mayoría de los cuales se perderían sin recuperación alguna, de continuar su ciclo en los vertederos o incineradores convencionales.
Miles de economías locales tienen ahorros de alta importancia y logran generar además empleo, gracias al reciclaje. En América Latina, uno de los continentes con mayor número de recicladores, los trabajadores están logrando mejorar sus condiciones y proteger sus trabajos, a través de la coordinación gremial. La Red Latinoamericana de Recicladores, integrada por Venezuela, Colombia, Uruguay, Brasil, Perú Chile, Argentina, Costa Rica, Puerto Rico, Paraguay, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Panamá y Guatemala es considerada pionera en el mundo, particularmente en el avance de políticas de inclusión.
La alta carga discriminatoria, y la falta de reconocimiento de la sociedad a la importancia de este trabajo, constituyen dos de las barreras más importantes para la integración social de los trabajadores de este gremio, que desde sus mismos orígenes han sido relegados.
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