El 24 de febrero de 1812: Como medio para aumentar los ingresos públicos, se realizó en el Teatro de Caracas, el primer sorteo de la Lotería de Caracas, el cual había sido autorizado por el rey de España desde el 15 de mayo de 1803.
El segundo sorteo se anunció específicamente para el 20 de mayo del mismo año. El mismo no pudo realizarse debido a un movimiento sísmico el cual afectó extensas regiones del país, siendo Caracas una de las ciudades más perjudicadas.
La historia de cómo este juego de azar llega a Latinoamérica se remonta al 10 de diciembre de 1763, fecha en la que se celebraba en España el primer sorteo de lotería. Reinaba por entonces Carlos III, que había llegado al trono tras la muerte de su hermano Fernando VI y tras haber reinado en Nápoles y Sicilia durante 25 años. Será de Italia de donde traiga su ministro de Hacienda, el marqués de Esquilache, el juego de la lotería, que allí se conocía como la beneficiata y de igual modo se instaurará en España con el objetivo de recaudar fondos para la construcción y aprovisionamiento de hospitales, hospicios y otras obras de beneficencia.
El modelo de aquella primera lotería sería comparable al de la actual Primitiva, ya que se hacía mediante el sorteo de números. Cada cartón costaba cuatro pesos y se realizaban 12 sorteos al año. Algo más de siete años después de su creación, el 9 de marzo de 1771, cantarían por primera vez los números los niños del Colegio san Ildefonso. Las crónicas nos han dejado el nombre de Diego López como el primer niño en cantar un premio. Desde entonces, esta institución, creada hace 500 años para hacer frente a los muchos casos de orfandad que provocó una devastadora epidemia de peste a mediados del siglo XV, ha quedado vinculada a la lotería.
Así, en 1812, las Cortes de Cádiz presentaron un proyecto de lotería más parecido al que hoy se conoce como Lotería Nacional. Su autor fue el ministro del Consejo de Indias, Ciriaco González Carvajal y su finalidad, mucho más prosaica, recaudar fondos para estabilizar los gastos de la guerra contra Napoleón.
En ese contexto, para ganancia de la política europea del momento y no para beneficencia, la lotería moderna llega a los países latinoamericanos en 1812. Caracas, aún bajo la presencia española, no es la excepción ni por azar.
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