martes, 20 de febrero de 2018

Conozca el poder del casabe, el "pan de yuca" de los aborígenes venezolanos





Sin duda alguna este es uno de los alimentos más sanos el cual es
consumido, no solo en Venezuela sino en América Latina.Un pan ácimo,
delgado y circular hecho de harina de yuca que se asa en un budare,
comal o plancha.



Los colonizadores no consumían este alimento, puesto que lo
consideraban insípido y mísero

Con más de 3.000 años de historia, el casabe es un alimento ancestral
originario de los aborígenes venezolanos.

Para la época colonial, los colonizadores no consumían este alimento,
puesto que lo consideraban insípido y mísero. Sin embargo, al no poder
cultivar el trigo en muchas zonas cálidas, comprendieron que el casabe
es perdurable para el almacenamiento, además de ser liviano para
transportarlo.

El casabe es hecho a base de yuca amarga, que es procesada para
extraerle el ácido cianhídrico y transformarlo en harina, para así,
prensarlo y obtener las conocidas tortas que luego son llevadas al
fuego para la cocción.

Descubriendo la yuca

La yuca es uno de los cultivos alimenticios americanos más antiguos e
importantes, sin embargo a partir del siglo XVI ha contado con una
extraordinaria difusión. Dada sus características de cultivo tropical
de gran versatilidad fue expandida por todo el mundo.

Muchos conocedores de este tubérculo coinciden en que su origen es
caribeño, entre las cuencas del Amazonas y del Orinoco en la región
nororiental del país.

Está se presenta en dos variedades: amarga y dulce, dependiendo de los
niveles de ácido cianhídrico.

El vocablo yuca procede la lengua Caribe ‘yog ca’ que significa “se
amasa molida”. Aunque, también es conocida como mandioca, manioc,
mañoco, rumí, are, guacamote.

Para la realización de casabe la yuca que se utiliza es la de tipo
amargo, la cual es descrita por el banquero y comerciante de origen
florentino, Galeotto Cey como:

“Una raíz de la cual se hace pan y bebidas en todas las Indias y se la
encuentra de dos clases llámase la una ‘caribe’ y la otra ‘boniata’.
Caribe esa un vocablo indio que significa cualquier cosa fuerte,
venenosa, cruel, iracunda. De esta yuca Caribe hay bastante en esta
isla (Santo Domingo) y en todas las otras, pero en Tierra Firme hay
poca, y sí mucha de la otra que llaman ´boniata’, esto es dulce y no
venenosa como caribe quien comiera estas raíces (la yuca amarga) así
crudas y sin exprimir el jugo, rápidamente se le hincha la lengua,
saliéndole gran mucosidad por la nariz, siente gran estupor en la
cabeza, grandísima sed y fuego en el estómago, con un hinchamiento
cruel”.

Cey, impresionado por lo que había experimentado durante su permanecía
en la región centroccidental de Venezuela, entre 1544 y 1550, se
interesó mucho por el “pan de yuca llamado casabe“.

Igualmente, relató que “primero cosechan estas raíces, después con una
caña o leño como cuchillo, le quitan la concha marrón…después de
pelada la rallan, con una piedra áspera o corteza de árbol, o rallador
hecho a propósito. Después toman esa ralladura y la ponen en una cesta
de cañas plegadas, largas y delgadas como veréis dibujado al margen y,
a tales recipientes llaman sebucán”.

Cabe destacar, que la extracción del ácido cianhídrico se convirtió en
tradición con lo que actualmente se conoce como el baile del sebucan.

A través de los años se han perfeccionado las técnicas de los
aborígenes, al punto tal, que se ha convertido en un legado de nuestra
identidad gastronómica.

Diversos usos

Quizá para la mayoría de nosotros este es elemento clave en nuestro
menú. Con la ingesta de este alimento proveemos al organismo de
vitaminas, minerales y fibra. Por esto es una excelente opción a la
hora de hacer dietas, ya que facilita la digestión.

Entre las vitaminas a resaltar de la yuca están las del grupo B,
necesarias para mantener los tejidos corporales. Igualmente, tiene
concentración de vitamina C que refuerza el sistema inmunitario del
organismo.

Además, el casabe es una rica fuente de minerales como el calcio,
hierro, magnesio y potasio.

Del mismo modo, proporciona infinidad de fibra que ayuda a la
eliminación de toxinas.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) la yuca es la cuarta fuente de calorías del trópico
después del arroz, maíz y el azúcar.

Según expertos nutricionistas este alimento tiene bajo contenido de
proteínas, es libre grasa y sal, no requiere conservantes para su
preservación y puede durar hasta ocho meses en almacenamiento.

Para comer con todo

El casabe es muy versátil y se puede consumir de maneras diversas.
Funciona como base de un desayuno o cena bien sea que se le agregue
queso, atún o vegetales. Es el acompañante ideal de sancochos y sopas,
así como la pareja perfecta de las salsas o dips en una celebración.

Además, es el componente básico del dulce llamado “naiboa”, que
consiste en una especie de sándwich hecho con dos tortas de casabe y
relleno con papelón rallado o melaza.

El casabe que consumimos normalmente en Venezuela es elaborado en
varias versiones: el tipo galleta (delgado y crujiente, que tiene solo
una capa de harina de yuca) y el familiar (más grande y con dos
capas).

Recientemente, y ante su evidente potencial como acompañante, su
formato ha sido reducido a pequeños discos conocidos como casabitos
que se han ido ganando su lugar en los anaqueles y mesas venezolanas.

Este alimento se elabora principalmente en algunas comunidades de los
estados Bolívar, Monagas, Anzoátegui, Sucre, Miranda, Guárico y
Carabobo, pero debido a que en los últimos años este producto ha
alcanzado altos niveles de consumo, particularmente la región
oriental, su elaboración continúa expandiéndose a otras áreas de la
geografía nacional.

Aunque se han elaborado varias frases que relacionan al casabe con la
falta de sabor, pueden llamarle insípido pero de su textura y
cualidades nutricionales nadie reniega.


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