sábado, 24 de diciembre de 2016

¿Por qué celebramos Navidad el 25 de diciembre? LA NAVIDAD SU HISTORIA Y EL NACIMIENTO DE JESUS


¿Por qué celebramos  Navidad el 25 de diciembre?

LA NAVIDAD SU HISTORIA Y
EL NACIMIENTO DE JESUS
El 25 de diciembre es el aniversario tradicional del nacimiento de Cristo,  se celebra de forma  simbólica,  pero no se tiene la certeza de que esta sea la verdadera fecha de su natalicio. Muchos académicos están inseguros de la data exacta. Según los cálculos Jesucristo debió nacer entre septiembre y octubre.  
Pero, a esto hay que sumar otra pregunta ¿Cuál es la historia de esta tradicional celebración?  La palabra "navidad" es una contracción de "natividad", que significa natalicio. Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al resto del mundo.
La decisión de celebrar la Navidad el 25 de diciembre fue tomada durante el siglo cuarto por los obispos de la iglesia en Roma. Ellos tenían sus razones específicas.
Habiéndose ya apartado de la adoración del único y verdadero Dios y creador de todo, muchas culturas en el Imperio de Roma habían caído en la adoración del sol. Reconociendo su dependencia en el curso anual del sol en los cielos, ellos hacían fiestas alrededor del solsticio invernal en diciembre, cuando los días eran más cortos. Como parte de sus festivales, levantaban hogueras para darle fuerza al dios del sol y traerlo de nuevo a la vida. Cuando era aparente que los días eran más largos, se regocijaban.
Los líderes de la iglesia en Roma, decidieron celebrar el nacimiento de Cristo durante el solsticio invernal en un intento de convertir esta celebración popular pagana en algo cristiano. Por una parte, sus esfuerzos fallaron al tratar de convencer a la gente; y las fiestas paganas continuaron. Hoy nos encontramos con una mezcla extraña de elementos paganos y cristianos que caracterizan nuestra celebración moderna de la Navidad.
A pesar del trasfondo pagano de muchas tradiciones de diciembre, y de si Jesús nació realmente el 25 de diciembre o no, La Navidad, (en latín: nativitas “nacimiento”), es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección y Pentecostés.
Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la Iglesia ortodoxa rumana. En Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV; se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379.
Según cuenta la historia, el 25 de diciembre de 1492 se celebró la primera Navidad en tierras americanas. Colón realizaba un reconocimiento de los archipiélagos de la zona, cuando una mala maniobra dañó irreparablemente a la carabela "Santa María". Los indígenas le ayudaron a rescatar la carga y a construir un fortín donde quedaría parte de la tripulación. Se utilizaron las maderas del barco para levantar dicho fuerte, y se terminó de construir el 25 de diciembre. Por esa razón se llamó al fuerte "Fuerte de Navidad" (Natividad). Allí celebraron con gran emoción la Navidad de 1492.

Para el catolicismo la Navidad no es un solo día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, la época navideña  contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.

Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior, Nochebuena, se realiza la  Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi”: a la Ciudad de Roma y al Mundo.

En el siglo II de nuestra era (100 años después del nacimiento de Cristo), los cristianos sólo conmemoraban la Pascua de Resurrección, ya que consideraban irrelevante el momento del nacimiento de Jesús y, además, desconocían absolutamente cuándo pudo haber acontecido.
Finalmente, dado que en el concilio de Nicea (año 325) se declaró oficialmente que Jesús es una divinidad, ya que el padre y el hijo son el mismo, se decidió fijar el natalicio de Cristo durante el solsticio de invierno (en el hemisferio norte) o sea, el 25 de diciembre, fecha en que se festejaba el nacimiento de variadas deidades romanas y germanas.
Se tomó  por fecha inmutable, durante el pontificado de Liberio, la noche del 24 al 25 de diciembre, día en que los romanos celebraban el Natalis Solis Invicti, el nacimiento del Sol Invicto (un culto muy popular y extendido al que los cristianos no habían podido vencer o prescribir hasta entonces) y, claro está, la misma fecha en que todos los pueblos contemporáneos festejaban la llegada del solsticio de invierno. Las iglesias orientales siguieron y siguen festejando la Navidad el 6 de enero.
En un principio la Navidad tuvo un carácter humilde y campesino, pero a partir del siglo VIII comenzó a celebrarse con la pompa litúrgica que ha llegado hasta hoy, creando progresivamente la iluminación y decoración de los templos, los cantos, lecturas y escenas piadosas que dieron lugar a representaciones al aire libre del nacimiento en el portal de Belén, el famoso Pesebre.
Aunque la tradición nos ha llevado a creer que Jesús nació en el primer año de nuestra era, lo cierto es que no fue así, ni mucho menos, si nos atenemos a los únicos datos conocidos sobre el particular, eso es a las informaciones vagas y contradictorias reseñadas por sus biógrafos, Mateo y Lucas, que, además, situaron el domicilio habitual de José y María en dos lugares diferentes y muy distantes entre sí, como son: Belén, en Judea,  y Nazaret, en Galilea.
Si bien el lugar exacto del nacimiento de Jesús no se sabe, ya que los evangelistas  callan al respecto, una tradición cristiana tardía dio por cierta la suposición de que el nacimiento tuvo lugar en alguna de las muchas cuevas calizas que existen en las cercanías de Belén.
Habiendo sobrevenido el nacimiento de Jesús, según la tradición católica, mientras sus padres estaban refugiados en una cueva que contenía un pesebre por todo mobiliario, y estando aparentemente faltos de medios materiales y de calefacción (era invierno en esa zona), aparecen en escena los dos personajes infaltables en los pesebres, el buey y el asno, que con su aliento calentaron devotamente al niño recién nacido.
La concepción de Jesucristo, nueve meses antes, según lo cuenta Mateo (Mt 1. 18-25) fue así: María y José estaban desposados, pero todavía no convivían. María, que era virgen, se halló concebida del Espíritu Santo. José siendo un hombre justo no quiso denunciarla como adultera, sino que resolvió repudiarla en secreto.
Y, según cuenta Mateo, mientras reflexionaba sobre esto, se le apareció en sueños un ángel y le dijo que no temiera recibir en su casa a María, su esposa, ya que lo concebido en ella era obra del Espíritu Santo. También le dijo, que daría a luz un hijo al que deberían ponerle de nombre Jesús, porque salvaría a todo su pueblo de sus pecados. Y José hizo todo lo que el ángel le mando.
Actualmente, la Navidad es una fiesta más profana que religiosa. Es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares.
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás. 

En nuestro país, esta fecha es propicia para compartir con la familia, hacer hallacas y  preparar los dulces tradicionales de la fecha. En cada región la cultura popular se las ha ingeniado para darle un toque particular a las fiestas navideñas con su música exteriorizada en la Gaita, los Aguinaldos y Villancicos, así como con la preparación de exquisitos manjares y bebidas, propias de la creatividad culinaria de las familias venezolana y su variadísima gastronomía.

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